Patricia Rosas asegura que esa versión "es una manipulación desde el poder"
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Miguel Ángel Ceballos
El Universal
Viernes 14 de julio de 2006

Llamar "espía" a la escritora mexicana Elena Garro (1920-1998) es "una infamia", dice su biógrafa, Patricia Rosas Lopátegui. "Quienes lean a Elena Garro y conozcan su obra literaria y sus reportajes en contra de las lacras del sistema político mexicano, se van a dar cuenta de que ésta es una manipulación desde el poder".

Vía telefónica desde Nuevo México, Estados Unidos, la investigadora habló con EL UNIVERSAL acerca de los documentos en posesión del Archivo General de la Nación (AGN), en los que presuntamente se involucra a la que fuera esposa de Octavio Paz en labores de espionaje para el gobierno mexicano, en la época de movimientos políticos y sociales de los 60.

El Instituto Federal de Acceso a la Información Pública anunció que en los próximos días hará del conocimiento general los documentos de los años 1962 a 1970 que versen sobre Elena Garro y Octavio Paz, los cuales fueron recibidos del Centro de Investigación y Seguridad Nacional.

Rosas Lopátegui, quien ha publicado tres libros sobre la vida y obra de Elena Garro: Testimonios sobre Elena Garro (Castillo, 2003), Yo sólo soy memoria (Castillo, 2000) y El asesinato de Elena Garro (Porrúa, 2005), califica como "una actitud aberrante por parte de quien esté manejando esta información" en contra de una de las voces más críticas de las letras mexicanas.

Como ejemplo, la investigadora remite a su libro El asesinato de Elena Garro, donde recoge la actividad periodística de la escritora y se demuestra que ella era espiada por el gobierno mexicano e incluso por la CIA.

"Nosotros encontramos tres documentos en el AGN en los que se prueba que el teléfono de Elena Garro estaba intervenido. Y son pláticas que ella tenía con el editor de la revista Sucesos para todos, que era una revista de izquierda de aquella época.

"Elena era espiada porque comienza su activismo social en defensa de los campesinos, de los indígenas a finales de los años 50. Es una mentira muy grande decir que Garro fue espía del gobierno de 1962 a 1970, porque en primer lugar en 1962 ella no vivía en México, estaba en París porque en 1959 (Adolfo) López Mateos prácticamente la obliga a dejar México porque ella estaba muy involucrada en la defensa de los campesinos, además era amiga de Rubén Jaramillo".

Rosas Lopátegui, quien tuvo acceso al archivo personal de la escritora, asegura que no hay un solo indicio de que trabajara como espía.

"Esta información manipulada de que era espía del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz es una infamia. Yo creo que es para distraer la situación por el fraude electoral que ha habido en México, a mí no me queda la menor duda".

"Ella cambió tras el 2 de octubre"

El crítico literario Emmanuel Carballo, quien por años fue amigo de Elena Garro, recuerda que el 2 de octubre de 1968 marcó un parteaguas en su relación con la escritora.

"Fui muy amigo de Elena, y tuve grandes pleitos con ella. Uno, por el 2 de octubre. Poco antes de que empezara el movimiento del 68, mi compañera de ese momento y yo éramos amigos de Elena y su hija, íbamos a actos, conferencias y encuentros en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ella era muy entusiasta, más de izquierda que la izquierda.

"Pero desde Tlatelolco, Elena empezó a hablarnos diciéndonos que teníamos escondidos a dirigentes del movimiento estudiantil, que no fuéramos antimexicanos, que éstos pretendían hacer de México un país de la esfera comunista".

Carballo finaliza señalando que hay que esperar a ver esos papeles.(Con información de Sonia Sierra)